La deducción fiscal por I+D+i es una herramienta estratégica que permite a las empresas españolas reducir su carga tributaria, fomentando la inversión en investigación, desarrollo e innovación tecnológica. Esta deducción, regulada por el artículo 35 de la Ley del Impuesto sobre Sociedades (LIS), ofrece beneficios significativos para aquellas empresas que invierten en actividades que generan avances científicos o tecnológicos.
¿Qué es I+D+i en una empresa?
I+D+i se refiere a las actividades de Investigación, Desarrollo e Innovación tecnológica que una empresa lleva a cabo para generar nuevos conocimientos, productos, servicios o procesos. Estas actividades deben cumplir con ciertos requisitos establecidos por la legislación fiscal para ser consideradas deducibles. La investigación implica la adquisición de nuevos conocimientos científicos, el desarrollo se centra en la aplicación de esos conocimientos para crear nuevos productos o procesos, y la innovación tecnológica se refiere a la mejora significativa de productos, servicios o procesos existentes.
Evolución e historia de la deducción fiscal por I+D+i
Este tipo de deducción fiscal en España tiene sus raíces en políticas económicas orientadas a incentivar la competitividad empresarial y la innovación tecnológica. Su historia se remonta a finales de los años 80 y principios de los 90, cuando se introdujeron los primeros incentivos fiscales para la investigación y el desarrollo en un contexto de modernización industrial y apertura de mercados. Inicialmente, estos incentivos eran limitados y se aplicaban principalmente a grandes empresas que podían justificar inversiones significativas en proyectos de investigación.
Con la entrada de España en la Unión Europea y la adaptación a las normativas comunitarias, las deducciones fiscales por I+D+i comenzaron a ampliarse, incluyendo no solo grandes corporaciones, sino también pymes. Durante los años 2000, se introdujeron criterios más claros y estandarizados para definir qué actividades podían considerarse I+D+i, incorporando la innovación tecnológica como un componente fundamental. Esto permitió a empresas de sectores como software, biotecnología, energía renovable y electrónica acceder a incentivos fiscales de manera más transparente.
En 2013, con la reforma del Impuesto sobre Sociedades, la deducción fiscal por I+D+i se consolidó como un instrumento clave de política industrial. Se introdujeron porcentajes específicos para gastos en personal investigador, materiales y activos destinados a proyectos de I+D, así como la posibilidad de deducción adicional para gastos que superaran la media de los dos años anteriores. Esta medida incentivó la continuidad y expansión de proyectos de investigación dentro de las empresas españolas.
La década de 2020 trajo consigo la introducción de la monetización de deducciones para empresas con insuficiente cuota tributaria, permitiendo convertir estas deducciones en ingresos directos. Además, se reforzó la compatibilidad con otras bonificaciones, como las destinadas a pymes innovadoras y a la contratación de personal investigador, consolidando un ecosistema fiscal favorable a la innovación.
Actualmente, en 2025, la deducción fiscal por I+D+i sigue siendo uno de los incentivos más efectivos para fomentar la inversión en investigación y desarrollo en España. La Administración Tributaria ha emitido guías y criterios actualizados que clarifican los requisitos para la obtención de informes motivados vinculantes (IMV), garantizando seguridad jurídica a las empresas que aplican estas deducciones. La tendencia actual es favorecer la innovación tecnológica y la digitalización de procesos, haciendo que esta deducción sea especialmente relevante para sectores como software, inteligencia artificial, biotecnología, energías renovables y manufactura avanzada.
¿Cómo aplicar la deducción fiscal por I+D+i?
Para aplicar correctamente la deducción fiscal por I+D+i, las empresas deben seguir una serie de pasos:
- Identificación de actividades deducibles: Es fundamental identificar las actividades que cumplen con los criterios de I+D+i establecidos por la ley. Esto incluye la documentación detallada de los proyectos, objetivos, resultados obtenidos y recursos empleados.
- Cálculo de la base de la deducción: La base de la deducción está constituida por los gastos e inversiones directamente relacionados con las actividades de I+D+i. Esto incluye salarios de personal investigador, costes de materiales, amortización de equipos y gastos generales atribuibles a los proyectos.
- Aplicación de los porcentajes de deducción: Según la LIS, los porcentajes de deducción son los siguientes:
- Investigación y desarrollo (I+D):
- 25% de los gastos en el período impositivo.
- 42% de los gastos que excedan la media de los dos años anteriores.
- 17% adicional sobre los gastos en personal investigador exclusivo.
- 8% adicional sobre el importe de las inversiones en activos destinados en exclusiva a I+D.
- Innovación tecnológica (iT):
- 12% de los gastos asociados a actividades de innovación tecnológica.
- Investigación y desarrollo (I+D):
- Documentación y justificación: Es esencial contar con una documentación adecuada que respalde las actividades de I+D+i realizadas. Esto incluye informes técnicos, registros contables y cualquier otra evidencia que demuestre el cumplimiento de los requisitos legales.
- Solicitud de informes motivados vinculantes (IMV): Aunque opcional, la obtención de un IMV proporciona seguridad jurídica adicional. Este informe, emitido por la Administración Tributaria, confirma que las actividades realizadas cumplen con los criterios de I+D+i establecidos por la ley.
- Monetización de la deducción: Si la empresa no tiene suficiente cuota a pagar en el Impuesto sobre Sociedades para aplicar la deducción, puede solicitar la monetización de la misma. Este proceso permite convertir la deducción en un ingreso directo, aunque con una retención del 20% sobre el importe monetizado.
Requisitos para la monetización de la deducción
Para acceder a la monetización de la deducción fiscal por I+D+i, las empresas deben cumplir con ciertos requisitos:
- Informe motivado vinculante: Contar con un IMV que respalde las actividades de I+D+i realizadas.
- Tiempo transcurrido: Haber transcurrido al menos un año desde la generación de la deducción.
- Mantenimiento de la plantilla: Mantener o incrementar la plantilla media existente en el ejercicio en el que se generó la deducción, hasta 24 meses después del cierre del ejercicio en cuya declaración de Impuesto sobre Sociedades se solicita la monetización.
- Gasto en I+D+i: Realizar un gasto en I+D+i equivalente al importe monetizado en el período de 24 meses a contar desde el cierre del ejercicio en cuya declaración de Impuesto sobre Sociedades se solicita la monetización.
Compatibilidad con otras bonificaciones
Las deducciones fiscales por I+D+i son compatibles con otras bonificaciones, como las destinadas a la contratación de personal investigador o las relacionadas con la formación en competencias digitales. Además, para las empresas que disponen del Sello de Pyme Innovadora, las deducciones por I+D+i son compatibles con las bonificaciones en la cuota de la Seguridad Social del personal dedicado en exclusiva a actividades de I+D+i. Esto significa que las empresas pueden ahorrar en impuestos y en cotizaciones sociales al mismo tiempo, maximizando el beneficio fiscal.
Casos prácticos de aplicación
Para ilustrar cómo se aplica la deducción fiscal por I+D+i, consideremos los siguientes ejemplos:
- Ejemplo 1: Una empresa de software invierte 100.000 euros en el desarrollo de una nueva aplicación móvil. De estos, 60.000 euros se destinan a salarios de personal investigador y 40.000 euros a la adquisición de equipos informáticos. La deducción aplicable sería:
- 25% de 100.000 euros = 25.000 euros.
- 17% adicional sobre los 60.000 euros de salarios = 10.200 euros.
- Total deducción = 35.200 euros.
- Ejemplo 2: Una empresa de biotecnología realiza una inversión de 200.000 euros en investigación y desarrollo. La media de los dos años anteriores en gastos de I+D es de 150.000 euros. La deducción aplicable sería:
- 25% de 150.000 euros = 37.500 euros.
- 42% de 50.000 euros (diferencia entre 200.000 y 150.000) = 21.000 euros.
- Total deducción = 58.500 euros.
Indudablemente, la deducción fiscal por I+D+i es una herramienta poderosa para las empresas españolas que invierten en actividades de investigación, desarrollo e innovación tecnológica. Al aplicar correctamente esta deducción, las empresas no solo reducen su carga tributaria, sino que también fomentan la innovación y el crecimiento económico. Es fundamental contar con una planificación fiscal adecuada y, en su caso, con el asesoramiento de expertos en deducción fiscal para maximizar los beneficios de este incentivo.
Para obtener más información y asesoramiento personalizado, puedes consultar a los expertos en deducción fiscal, quienes te guiarán en todo el proceso de aplicación de las deducciones fiscales por I+D+i.
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